Okane o subete sekai e chikara 26 – Verdadero problema

monoro

Capítulo 26

Verdadero problema

 

Han pasado un par de días desde que los mercenarios se nos unieron en nuestro viaje, desde entonces no ha ocurrido nada que valga la pena contar. Hemos continuado avanzando y deteniéndonos regularmente para que yo descanse y Ryuuji tenga su entrenamiento.

 

Aunque los mercenarios no fueron precisamente planeados, creo que puedo darles buen uso una vez que pueda tenerlos lo suficientemente controlados. En cuanto a las provisiones para el viaje, no es como si una docena de bocas extra no fueran problema, pero almacené en mi bolsa suficiente comida para seguir como estamos por un par de semanas. De todas formas les he hecho cazar animales pequeños y recoger bayas comestibles, afortunadamente el capitán está bien informado en lo que se puede y no comer por la zona.

 

Aunque las bayas y frutas que recolectaron fueron suficientes, apenas consiguieron capturar un conejo. Por alguna razón hay pocos animales, es más, no nos hemos encontrado con ningún monstruo en nuestro camino.

 

Considerando que incluso en la recluida Galia, me encontré con algunos monstruos menores desde el primer día que estuve en este mundo, es sospechoso que en todo el camino que hemos hecho, no hayamos visto ninguno. Incluso si fueran intimidados por nuestro número, no hay razón para no ver pequeños monstruos como los <<Skvader>> que según el capitán y los libros de la academia, abundan en la zona.

 

Sin duda esto me resulta sospechoso, es por ello que hice que el Harp que nos sigue revise la zona circundante. Al parecer, en el norte, hacia donde nos dirigimos, siguen sin aparecer monstruos, mientras que hacia el oeste pudo ver algunos… Sospechoso.

 

Durante las noches acampamos. Los mercenarios duermen al aire libre, ya que no traje tiendas para ellos. El capitán y sus hombres rotan la guardia nocturna, para mantenerlos vigilados. Es mientras duermen que aprovecho para alterar un poco las cosas usando a Ren.

 

Algo que noté desde nuestro primer encuentro, es que las víctimas de su canto no recuerdan haberlo sido, aunque si alguien presenta resistencia como yo, el sonido puede serle molesto, aunque no es así si el efecto no es dirigido a mí, aunque aun no entiendo cómo funciona eso, pensaba que el área de efecto era hasta donde se llegara a escuchar el sonido, pero parece no ser así.

 

En todo caso, si se hace mientras duermen puede ejercer una influencia más leve e imperceptible, que no genera lagunas mentales ni sospechas. Ellos no lo saben, pero sus deseos por traicionarme son subyugados antes de que crezcan y reemplazados por el deseo de ver los beneficios de trabajar para mí.

 

Para controlar que Ren haga esto cada noche, he tenido que compartir tienda con ella, ya que es la primera en dormirse de nuestro grupo, debo despertarla cuando los otros se duermen, siempre reacciona con cierta exageración y cubriéndose el cuerpo cuando lo hago, lo cual encuentro divertido, ya que cuando la conocí estaba desnuda, igual que los demás de su tribu, la ropa que tiene es solo la que le di para ocultar sus alas y plumas. No estoy seguro de donde saco el instinto de hacer eso, pero puedo ver porque a su abuelo le costaba tratar con ella, que actúa más como humana de lo que es lógico.

 

Por alguna razón, cuando dije que Ren iba a dormir en mi tienda, Zera puso una mueca bastante extraña. No tarde en sacarlo de su malentendido, simplemente usé a mi favor lo mucho que Ren evita a los demás para decir que tiene miedo y nadie más es adecuado para hacerle compañía.

 

Durante la última salida de caza de los mercenarios, pude notar que el Half regreso con su MP reducido, sospecho que utilizó alguna clase de habilidad para enviar un mensaje, es hora de cambiar de dirección.

 

«Capitán, desde ahora viajaremos al oeste»

 

«¿Señor?»

 

«Nuestro nuevo destino es la ciudad comercial de Garush. Y capitán, desde ahora no quiero que pierda de vista a Zilan, en ningún momento, ni siquiera para las cacerías, si quieres puedes hacer que participe de los entrenamientos como excusa, pero no lo dejes solo ni un segundo».

 

«Entendido… Disculpe si me equivoco, pero acaso… ¿vamos a salvarlos?»

 

A la pregunta del capitán, respondo con una sonrisa. Luego de agradecerme, regresa a su trabajo.

 

La actitud del capitán es comprensible. Según la información que conseguimos de los mercenarios, el traficante de esclavos iba a llevar a la gente de Galatea para ser vendida como esclavos en la ciudad de Garush. Por lo que seguramente cree que hago esto porque decidí ir en su ayuda. Por supuesto esa no es la razón.

 

Si lo piensan bien, no es normal que en nuestro trayecto no hayamos visto monstruos. Las únicas dos conclusiones lógicas son que los monstruos fueron o exterminados o ahuyentados.

 

Una fuerza capaz de hacer cualquiera de esas cosas y que haya pasado por aquí recientemente. Solo puedo pensar en el ejército de Iren dirigido por Jemur. De hecho, tiene sentido pensar que un ejército de ese tamaño no se movilizara únicamente para atacar un lugar como Galia, que personalmente no puedo llamar ciudad, aunque eso sea un prejuicio de mi parte.

 

Pero supongamos que Galia era solo uno de los destinos en su camino, si consideramos que lo único de interés era la academia, su objetivo ahora debería ser la siguiente ciudad con una academia, la misma hacia la que nos dirigimos hasta ahora. Naturalmente, con una fuerza como esa, es obvio que los monstruos se alejen de su camino y los que no lo hacen sin duda son exterminados por los soldados.

 

No tengo interés alguno en toparme de nuevo con ellos, así que lo mejor que puedo hacer es cambiar de rumbo antes de que suceda. Pero claro, ante de eso, dejé que el espía enviara su mensaje, de modo que esa información sea errónea, y no pretendo permitir que corrija la información sobre nuestro destino a partir de ahora.

 

Si lo pensamos bien, Iren tiene una superioridad militar notable. Un poderoso ejército completamente dedicado al combate y la guerra, tanto que ninguna nación les ha podido dar la talla en un milenio. Sin embargo no han logrado derrotar a Jagheb en 200 años. En mi opinión, considerando que Jagheb tampoco los ha derrotado a ellos, creo que la razón es que Iren ataca de manera muy frontal. Con todo su dogma del honor y la gloria, combaten de frente a todos los enemigos, por lo que son predecibles.

 

El verdadero problema es el general demonio, no porque sea un experto militar sin igual, por lo que tengo entendido, Iren ha tenido montones de tipos así, el asunto es que es un hombre sin escrúpulos, que no tiene inconveniente en hacer lo que necesite para ganar. No está sujeto por las ataduras del honor como los demás generales de Iren. Prueba de ello es el hecho de que usara mercenarios, acabando con un pueblo indefenso al que en dos siglos habían dejado en paz (de hecho comerciaban con ellos), solo para atacar a traición a otra ciudad, aun más remota, que está aislada y lo único que tenia era una academia.

 

La duda que aun no abandona mi mente, es el objetivo del general demonio. Puedo entender que las academias posean gran cantidad de artefactos, pero cualquiera de ellos que tuviera algún uso militar ya debería haber sido transferido a Bombasta. Por lo que, con excepción de mí, que puedo darles usos insospechados, y los académicos, que los quieren por su valor científico, nadie debería tener tanto interés como para asaltar ciudades por ellos.

 

Estoy seguro que algo se me escapa, pero me es imposible saber qué con la información que tengo disponible. Quizá pueda obtener más información al respecto en la ciudad de Garush.

 

Por lo que tengo entendido, según la información que obtuve en Galia, Garush es una ciudad al borde del territorio de Jagheb, que no está bien regulada por el reino, por lo que se convirtió fácilmente en un punto de encuentro del mercado negro.

 

No se equivoquen, puede que tengan una mala imagen del mercado negro, pero la realidad, es que es un sitio donde se puede encontrar toda clase de productos difíciles de conseguir, y todo puede ser tuyo por el precio adecuado. Es decir, si eres una persona con dinero, es un sitio ideal, donde serás muy bien tratado. Después de todo, la gente que comercia en sitios así es honesta con sus deseos, desean tu dinero y si tú deseas dárselos, te pueden conseguir cualquier artículo, por ilegal que resulte. Alguien como yo será mejor recibido que el rey mismo.

 

Claro que no me estoy confiando, pero la gente que no se molesta en ocultar su codicia resulta más conveniente, no necesito molestarme con la actuación con gente así, solo preguntar el precio.

 

Una vez que estemos en Garush, tener un grupo más numeroso gracias a los mercenarios será útil para disuadir a quienes pudieran querer asaltarnos. Al menos por el tiempo suficiente para ganarme el favor de los poderosos del lugar.

 

La verdad pensaba ir luego de haber visitado la otra academia, así que tampoco es un gran cambio a mis planes. Si, definitivamente la ciudad de Garush será un buen lugar para comenzar a establecer mis futuros negocios. Después de todo está fuera de las rutas por las que el ejército de Iren suele invadir Jagheb, y el propio reino no lleva un control de lo que allí ocurre.

 

 

 

◆◇◆◇

 

Uuff… al fin llegamos. Esta vez sí que fue difícil, el numero de mercenarios era bastante elevado, si llegan a haber cazadores entre ellos, la próxima vez podríamos enfrentar bajas severas.

 

Lo positivo es que se salvaron más esclavos de lo que pensamos… Tu sacrificio no fue en vano, Conrart.

 

Ahora mismo nos encontramos en el punto de encuentro acordado, creo que fui el último en llegar. Probablemente porque pase más tiempo del usual ayudando a los liberados. Aunque algunos creen que fue arriesgado por mi parte, realmente creo que debia hacerlo, para honrar a ese hombre.

 

«¿Me estás oyendo? ¿Ruthen?»

 

Al desviar la vista hacia mi lado, se encuentra un hombre fornido, con un estilizado pero marcado bigote, unas cicatrices leves pero numerosas sobre sus musculosos brazos y una mirada que se siente como la de un abuelo que observa con cariño a su nieto. Está persona es Molak, un retirado caballero que vivió muchas aventuras en su juventud, pero que no pudo soportar trabajar para los corruptos señores de la ciudad de Garush.

 

Es uno de los miembros más vitales de la resistencia y aunque sus mejores años pasaron, sigue participando activamente, sin quedarse atrás de los jóvenes. Honestamente, la única razón por la que está aquí con los rezagados, es porque no le gusta dejar a nadie atrás.

 

«¿Ocurre algo Ruthen? Has estado algo deprimido… más de lo usual».

 

Mientras mi mente deambulaba, Molak se preocupaba por mí, al parecer no solo la fatiga es visible en mi rostro. Lamento preocuparte.

 

«Lo siento, es que ver el sacrificio de ese gran hombre me afecto».

 

«No entiendo, no es como si fuera el primero en morir mientras da tiempo a otros esclavos para que escapen».

 

«No es eso. Por lo general, esas personas guardan cierta esperanza de sobrevivir, de hecho suelen huir junto a los esclavos hasta que son alcanzados. Pero ese hombre… Conrart. Él sabía que iba a morir, ni siquiera lo dudaba. Aún así eligió quedarse, no intento huir, solo quería hacer tiempo para los demás».

 

«…»

 

«Lo siento, no te preocupes por mí. Si algo entendí, es la importancia de nuestra misión».

 

«Si tu lo dices».

 

«Llegaron chicos».

 

Sallo, uno de nuestros camaradas, nos saluda luego de ver que llegamos al punto de encuentro. Se lo ve muy ansioso, no sé si es emoción o preocupación.

 

«Tengo noticias para darles, al parecer tendremos una oportunidad de dar un golpe decisivo contra los traficantes de la ciudad».

 

«¿¡Hablas en serio!? ¿¡Sallo!?»

 

«Así es. Tal vez haya que hacer algunos sacrificios, pero si hacemos las cosas bien, podremos acabar con su tiranía de un plumazo».

 

«Exactamente ¿qué es lo que ocurrió?»

 

«Verán, mientras estuvieron fuera, un grupo de soldados de Iren llegaron a Garush, no sé bien que es lo que quieren, pero los lideres dicen que si los usamos, podremos poner fin a los traficantes de la ciudad de una vez por todas. Ya no tendremos que matarnos por salvar a unos pocos y causarles solo unas pérdidas, en verdad podemos ganar».

 

Sallo y los demás se ven motivados, pero me preocupa, no puedo evitar que me preocupe. En los últimos años pude ver de lo que son capaces, y las historias sobre ellos abundan, nada bueno puede salir de meterse con soldados de Iren. No sé si el plan del que habla puede funcionar, pero lo único de lo que estoy seguro, es que pronto una tormenta azotará Garush. No puedo permitir que los inocentes, como el niño y la chica por la que Conrart dio su vida, mueran en ella.

 

 

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